TDAH

TDAH en niños Causas, Síntomas y Tratamiento

Desatención, impulsividad, hiperactividad: rasgos típicos del TDAH que afectan la concentración y el autocontrol diario.

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es una alteración del neurodesarrollo, cuyos síntomas principales son inatención, hiperactividad e impulsividad.

Causas

Las causas incluyen la genética, el medio ambiente o problemas con el sistema nervioso central en momentos clave del desarrollo.

Entre los factores de riesgo del trastorno por déficit de atención con hiperactividad se pueden incluir:

  • Familiares consanguíneos, como padres o hermanos, con trastorno por déficit de atención/hiperactividad u otro trastorno de salud mental
  • Exposición a toxinas ambientales, como el plomo, que se encuentra principalmente en la pintura y las tuberías de edificios antiguos
  • Consumo de drogas, consumo de alcohol o tabaquismo por parte de la madre durante el embarazo
  • Nacimiento prematuro
  • Si la madre sufrió alteraciones emocionales durante el embarazo
  • Si existió falta de oxigenación cerebral en el bebé al momento del parto, entre otros.
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Síntomas

Las características principales del TDAH incluyen la falta de atención y el comportamiento hiperactivo-impulsivo. Los síntomas del TDAH pueden comenzar desde los primeros años de vida, pero su diagnóstico no se debe realizar hasta el inicio de la etapa escolar. Estos síntomas pueden ser leves, moderados o graves, y pueden continuar hasta la edad adulta.

Un niño con TDAH puede presentar las siguientes características en su vida diaria.

Relacionado con la falta de atención:

  • Con frecuencia tiene dificultad para prestar atención como si soñara despierto.
  • A menudo parece que no está escuchando.
  • Se distrae fácilmente durante las tareas o el juego.
  • Muchas veces no parece preocuparse por los detalles, comete errores descuidados.
  • Repetidas veces no sigue instrucciones ni termina las tareas.
  • Es desorganizado.
  • Frecuentemente pierde muchas cosas importantes.
  • Con frecuencia olvida cosas.
  • Frecuentemente evita hacer cosas que requieren un esfuerzo mental constante.

Relacionado con la hiperactividad:

  • Está en constate movimiento, como si lo «tuviera un motor».
  • No permanece sentado.
  • Frecuentemente se retuerce y está inquieto.
  • Habla demasiado.
  • Con frecuencia corre, salta y trepa cuando no está permitido hacerlo.
  • No puede jugar de manera tranquila.

Relacionado con la impulsividad:

  • Frecuentemente actúa y habla sin pensar.
  • Puede correr hacia la calle sin mirar primero el tráfico.
  • Con frecuencia se le dificulta respetar los turnos.
  • Se le dificulta esperar por las cosas.
  • Con frecuencia responde antes de que haya terminado la pregunta.
  • Frecuentemente interrumpe a los demás.

Diagnóstico

La valoración de un niño con sospecha de TDAH debe comenzar con una exploración clínica de todos sus síntomas e incluir una Evaluación Neuropsicológica sobre funciones cerebrales superiores, inteligencia general, lenguaje, etc.

Dentro de la valoración neurológica, se incluyen los estudios neurofisiológicos como Mapeo Cerebral y Electroencefalograma.

  • Es importante que el diagnóstico se lo realice de forma integral con un equipo multidisciplinario en neurología, psiquiatría y neuropsicología. Es frecuente encontrar pacientes con síntomas de TDAH que además presentan descargas bioeléctricas en el cerebro de tipo punta onda provocando las llamadas ausencias, lo cual reafirma la importancia de la atención multidisciplinaria y de hacer un adecuado diagnóstico diferencial de la enfermedad.

Tratamiento

Cuando se le diagnostica TDAH a un niño, a menudo a los padres les resulta difícil decidir la mejor manera de ayudar a su hijo.

Es importante que los padres recuerden que el TDAH se puede tratar con éxito si acude lo antes posible a consultas especializadas.

Hay muchas opciones de tratamiento, por lo que los padres deben trabajar estrechamente con todas las personas involucradas en la vida del niño: proveedores de atención médica, terapeutas, maestros, entrenadores y otros miembros de la familia. Aprovechar todos los recursos disponibles ayudará a los padres a guiar a su hijo para que logre el éxito.

Dentro de los tratamientos más comunes se encuentran:

  • Tratamiento farmacológico.
  • Estimulación Cognitiva.
  • Neurofeedback.

A continuación, se incluyen ejemplos que pueden ayudar con la conducta de su hijo:

  • Cree una rutina. Trate de seguir el mismo horario de actividades todos los días, desde el momento en que se despierta hasta el momento de irse a dormir.
  • Organícese. Anime a su hijo a colocar la mochila de la escuela, la ropa y los juguetes en el mismo lugar todos los días; de este modo, será menos probable que el niño los pierda.
  • Controle las distracciones. Apague la televisión, limite el ruido y proporcione un espacio de trabajo limpio cuando su hijo esté haciendo la tarea escolar. Algunos niños con TDAH aprenden bien si están en movimiento o escuchando música de fondo. Observe a su hijo y vea qué funciona.
  • Limite las opciones. Ofrezca pocas opciones para elegir de modo que su hijo no se sienta abrumado ni sobrestimulado. Por ejemplo, ofrézcale elegir entre este conjunto de ropa o el otro, esta comida o la otra, o este juguete o el otro.
  • Sea claro y específico cuando hable con su hijo. Hágale saber que lo está escuchando mediante una descripción de lo que su hijo dijo. Dé indicaciones claras y breves cuando el niño tenga que hacer algo.
  • Ayude a su hijo a planificar. Divida las tareas complicadas en pasos más simples y cortos. Para las tareas largas, comenzar con tiempo y hacer pausas puede ayudar a limitar el estrés.
  • Utilice metas y reconocimiento u otra recompensa. Utilice una tabla para enumerar las metas y registrar las conductas positivas, luego hágale saber a su hijo que lo hizo bien diciéndoselo o recompensándolo de otra manera. Asegúrese de que las metas sean realistas, ¡los pasos pequeños son importantes!
  • Imponga disciplina de forma eficaz. En lugar de alzar la voz o pegarle a su hijo, use tiempo fuera o quítele privilegios como consecuencia de comportamientos inapropiados.
  • Cree oportunidades positivas. Hay ciertas situaciones que a los niños con TDAH les pueden resultar estresantes. Descubrir qué es lo que su hijo hace bien y animarlo a hacerlo (ya sea en la escuela, deportes, arte, música o juegos) puede ayudar a crear experiencias positivas
  • Proporcione un estilo de vida saludable. Es importante ofrecer comida nutritiva, asegurarse de que el niño haga mucha actividad física y de que duerma lo suficiente; estas cosas pueden ayudar a evitar que los síntomas de TDAH empeoren.
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